La vida es sencilla y el dinero la complica.

jueves

El triste destino de algunos juguetes...



Algunos peluches son abandonados por sus jóvenes propietarios, y los pobres se ven abocados a la bebida. (Foto: NMQH)

¿Juegos o prácticas laborales?

El mundo del juguete es un mundo estresante y culpabilizador. Los pobres padres que ejercen de pajes de Sus Majestades están aprisionados de un lado por la Visa menguante y de otro por los educadores y el Ministerio, que les atormentan con lo que deben y no deben comprar a sus retoños. A pesar tanto esfuerzo bienintencionado, las cifras (www.aefj.es) muestran que la única categoría que cae es la de juegos educativos y científicos.

Como todos los años, resurge el eslogan de que los juguetes no tienen sexo y las profesiones tampoco. Pero el caso es que los juguetes de niñas continúan siendo de niñas y los niños los rechazan, mientras que los de niños se han hecho más neutros y atraen a ambos sexos. Es un proceso inversamente proporcional al del lenguaje, en el que el masculino plural ha pasado de abarcar masculinos y femeninos a incluir sólo masculinos. Pero en lo que respecta al juguete, la situación es comprensible. Los juegos de niñas realmente son como una Formación Profesional en miniatura: cacharritos, bebés de plástico, cocinitas, talleres de moda y confección, cabezas de peluquería y afines. Y bastante estrés tienen las chicas de hoy en día con el colegio, el comedor, el inglés, el ballet, el solfeo y los deberes como para ponerse después a guisar, cambiar pañales, planchar ropita o maquillar a la muñeca. Tanto criticar el modelo de superwoman y resulta que desde pequeñitas se las ha educado para que lo sean (por no hablar de las "revistas femeninas" que leerán de mayores...).

Dirán que los niños también se dedican a la construcción con el Lego, capturan a maleantes y conducen vehículos en miniatura de Fórmula 1, pero no sé, no es lo mismo. Los juguetes de chicos representan profesiones cualificadas y valoradas socialmente o modos de ganar mucho dinero y vivir emociones. Y coser los vestiditos de la muñeca no es ni una cosa ni otra. Yo, desde luego, si fuera niño no me ponía ni loco a preparar comiditas al Nenuco después de terminar los deberes. Y si fuera niña, preferiría que los Reyes me trajeran una nave espacial a un supermercado de plástico.

Menudo agobio.

viernes

Controlar el dolor

La noticia no lo dice, pero seguro que la CEOE y AMAT (es decir, la patronal y la asociación de mutuas de accidentes, respectivamente) andan frotándose las manos. La Universidad de Stanford ha descubierto que si una persona recibe el entrenamiento adecuado, puede controlar el dolor observando en tiempo real la zona de su cerebro que está relacionada con el sufrimiento físico. Para quien quiera detalles, esta región es la corteza cingulada anterior, y se visualiza mediante resonancia magnética.

Ya intuíamos que algo debía de haber, porque era muy sospechoso que los placebos funcionaran y también que hubiera compañeros de trabajo tan quejicas. Así que al final las filosofías orientales e incluso Lobsang Rampa en persona tenían razón y podemos conseguir que el dolor sea más difuso. Hay que decir que el fundamento de todo el experimento es bastante simple: distraer la atención del sujeto y que piense en otras cosas. Algo así ya lo hemos leído en mil novelas, cuando el enamorado despechado parte a América, Australia o la guerra de turno para iniciar una nueva vida lejos y superar su melancolía.

El caso es pensar en otra cosa y distraer al cerebro, que no puede estar en misa y repicando. Pero no queda claro qué límites tiene esta terapia. Por ejemplo, si a uno le abren en canal, ¿evita el dolor? ¿Y qué pasa con la grima?

¿Alguien ha detectado qué zona del cerebro responde por la tiricia, el asco, la grima o el desagrado?

diciembre en la ciudad



En algún momento todos nos sentimos así. (Foto: DPR)

Hwang, hwang, hwang, hwang (pronúnciese como en los concursos de televisión)



Ahora entendemos cómo fue capaz de capear las críticas Hwang. No es que no les hiciera caso, sino que verdaderamente le importaban un pimiento. En la imagen, Hwang lleva un traje especial que creíamos anti-críticas, pero que resulta que es un disfraz de científico. En fin.

Hwang admite que falsificó sus experimentos

No ha habido que esperar mucho para conocer el resultado de esta decepcionante historia. Al final, todo ha sido un fraude. El científico surcoreano Woo Suk Hwang ha admitido que falsificó "a propósito" --no por un "error accidental", insisten todos los medios en artículos y teletipos-- algunos datos sobre células madre de embriones humanos clonados. Ha pedido disculpas, pero ya es un poco tarde.

El 12 de febrero de 2004 era un héroe:

Científicos surcoreanos han clonado 30 embriones humanos con el objetivo de acelerar el desarrollo de nuevas terapias a través de trasplantes de células madre procedentes de estos embriones. El trabajo, que se publica en la revista 'Science', es la primera prueba seria que se tiene sobre clonación de embriones humanos con fines terapéuticos.

Cada embrión procede de óvulos de mujer sin fertilizar que fueron sometidos a técnicas similares a las empleadas con la oveja Dolly para que se replicasen sin necesidad de la contribución del esperma humano.

Los investigadores han insistido en que sus fines son terapéuticos y que no desean clonar bebés.


El 23 de diciembre de 2005 es un villano:

El científico surcoreano Hwang Woo Suk dimitió hoy de su cargo como profesor universitario después de que su centro docente afirmara que había perjudicado a la comunidad científica inventando los resultados de al menos nueve de las once secuencias de células madre que afirmaba haber creado.

"Sinceramente pido disculpas a las personas por provocar esta conmoción y malestar", declaró Hwang, tras abandonar su oficina en la universidad. "Como señal de mis disculpas, dimito como profesor de la Universidad Nacional de Seúl", añadió.

Previamente, un equipo de investigadores de la universidad había dicho que la invención de Hwang suponía una decepción que había minado la credibilidad de la ciencia. El anuncio de los resultados de la investigación de la universidad sobre el trabajo de Hwang fue la primera confirmación a las alegaciones que habían ensombrecido sus presuntos avances en la clonación y la tecnología de células madre. "Este tipo de error es un acto grave que daña la base de la ciencia", indicó el equipo de la universidad.


Qué pena. Para uno que iba por el buen camino científico.

martes

El caso Woo Suk Hwang o la historia de un presunto fraude científico

Llevábamos una semana desconectados de cualquier asunto científico, cuando hoy nos hemos encontrado con esto: los experimentos con células madre embrionarias hechas a medida (de pacientes) que estaba llevando a cabo el doctor Woo Suk Hwang, quien en verano de 2004 anunció que había sido capaz de clonar un embrión humano, podrían, ahora, ser un fraude, según se desprende de las informaciones que publican las ediciones digitales de las revistas Science, Nature y Scientific American.

El caso se ha destapado a raíz de un colaborador suyo que meses después de publicar algunas conclusiones sobre su trabajo con células madre en Science aseguraba que "tras revisar sus papeles" no tenía tan clara "la exactitud de las conclusiones" y pedía que se retirase su firma (nos imaginamos que metafóricamente hablando). La revista, juiciosamente, le ha dicho que apechugue.

Y no sabemos qué creer. Esta línea de investigación era esperanzadora, habida cuenta de los dilemas morales que todavía suscitan las células madre embrionarias y que impiden legalmente en una larga lista de países este tipo de estudios científicos. Si ahora resulta que, para uno que lo estaba haciendo bien, es mentira y sólo lo hacía para conseguir una efímera fama (en su país es considerado nada más y nada menos que "héroe"), nos preguntamos cómo va avanzar la ciencia en un punto en el que de otra forma estaría muerto.

El doctor Woo Suk Hwang lo niega y asegura que lo puede demostrar con nuevas investigaciones que refrendan y confirman su trabajo.

Mientras tanto, la Universidad Nacional de Seúl dijo este lunes que se había incautado del ordenador del científico Hwang Woo-suk y que hará públicas a lo largo de esta semana las conclusiones iniciales de una investigación sobre si su equipo logró realmente células madre hechas a medida, según ha informado reuters.

Como el tema es complejo, os remitimos a las fuentes originales en los links que hemos incluido en el texto. La sección especial en Science es muy completa.

Dos meses bajo escombros



La historia de esta mujer, que ha sobrevivido durante dos meses a base de comida podrida y agua de lluvia bajo los escombros de su casa, tras el fuerte terremoto que se cebó con la región de Cachemira a principios de octubre, nos ha impresionado. Desde el 8 de octubre ha luchado por seguir viva.

Se estima que 70.000 personas perdieron la vida en ese terrible seismo.