La vida es sencilla y el dinero la complica.
lunes
Encuentra las diez diferencias
A ver si encuentras las diez diferencias... Hay que reconocer que un cierto aire sí que se dan. Aunque también es cierto que Santiago Segura también se da un aire al amigo Genghis.
Fotos: Genghis Khan (wikipedia). Robinson (The New York Times).
La insoportable levedad de ser descendiente de Genghis Khan
¿Qué tienen que ver un profesor asociado de Contabilidad de la Universidad de Miami con Genghis Khan?
Se trata de una historia que leí hace un par de semanas en The New York Times a la que he estado dando vueltas. Resumo: Resulta que un profesor de la Universidad de Miami, un tal Thomas R. Robinson, recibe una llamada de una empresa británica de ¿seguimiento y trazabilidad? de ADN a la que le había pedido que analizaran su cromosoma Y en la que le dicen que es uno de los descendientes vivos de Genghis Khan. Como no podía ser de otra manera en Estados Unidos, la noticia se extendió como la pólvora entre televisiones, radios y periódicos. ¡Una productora de cine incluso se interesó en los derechos y le propuso al bueno de Thomas que viajara a Mongolia para investigar su árbol genealógico!
Afortunadamente para la moraleja de la historia, el señor Robinson prefirió asegurarse pidiendo una segunda opinión a una compañía estadounidense, Family Tree DNA, de Houston, a la que pidió que hiciera un nuevo estudio. El resultado fue negativo: Con Genghis Khan sólo compartía el blanco de los ojos.
Todo esto nos lleva a dos reflexiones:
1. ¿A ti qué más te da saber si eres familia lejana de Khan o de cualquier otro personaje?
2. ¿Cómo sabes que las empresas de ADN no te están tomando el pelo? (A ver cómo compruebas los resultados.)
La primera pregunta es de carácter estrictamente personal. Además, puede no interesarte estar emparentado con Khan, pero sí con Henry W. Weely, que inventó la tostadora eléctrica. La segunda pregunta tiene más enjundia. Los expertos de la empresa británica tampoco es que tomaran el pelo a Robinson (creemos). Según cuenta el NYT, "la discrepancia se produjo ya que sólo tuvieron en cuenta y analizaron siete puntos en los que coincidían, aquellos que mutan más a menudo a lo largo de varias generaciones". Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Pero, como se pregunta en su blog Stephen J. Dubner, co-autor de Freakonomics... ¿quién puede comprobar los resultados de estos laboratorios?
A Dubner le falta un matiz: lo mismo puede pasar con la otra compañía. En este caso tenía más que ganar refutando el anterior resultado... ¿no? Qué lío.
Se trata de una historia que leí hace un par de semanas en The New York Times a la que he estado dando vueltas. Resumo: Resulta que un profesor de la Universidad de Miami, un tal Thomas R. Robinson, recibe una llamada de una empresa británica de ¿seguimiento y trazabilidad? de ADN a la que le había pedido que analizaran su cromosoma Y en la que le dicen que es uno de los descendientes vivos de Genghis Khan. Como no podía ser de otra manera en Estados Unidos, la noticia se extendió como la pólvora entre televisiones, radios y periódicos. ¡Una productora de cine incluso se interesó en los derechos y le propuso al bueno de Thomas que viajara a Mongolia para investigar su árbol genealógico!
Afortunadamente para la moraleja de la historia, el señor Robinson prefirió asegurarse pidiendo una segunda opinión a una compañía estadounidense, Family Tree DNA, de Houston, a la que pidió que hiciera un nuevo estudio. El resultado fue negativo: Con Genghis Khan sólo compartía el blanco de los ojos.
Todo esto nos lleva a dos reflexiones:
1. ¿A ti qué más te da saber si eres familia lejana de Khan o de cualquier otro personaje?
2. ¿Cómo sabes que las empresas de ADN no te están tomando el pelo? (A ver cómo compruebas los resultados.)
La primera pregunta es de carácter estrictamente personal. Además, puede no interesarte estar emparentado con Khan, pero sí con Henry W. Weely, que inventó la tostadora eléctrica. La segunda pregunta tiene más enjundia. Los expertos de la empresa británica tampoco es que tomaran el pelo a Robinson (creemos). Según cuenta el NYT, "la discrepancia se produjo ya que sólo tuvieron en cuenta y analizaron siete puntos en los que coincidían, aquellos que mutan más a menudo a lo largo de varias generaciones". Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Pero, como se pregunta en su blog Stephen J. Dubner, co-autor de Freakonomics... ¿quién puede comprobar los resultados de estos laboratorios?
If I’m running an ancestral DNA company like Oxford Ancestors, it’s pretty easy to tell any customer that he is related to some warlord or artist or athlete even if he’s not, and the odds of him ever finding out—unless I have the misfortune to claim he’s related to someone really famous, and goes to the trouble of getting a second opinion—is quite rare.
A Dubner le falta un matiz: lo mismo puede pasar con la otra compañía. En este caso tenía más que ganar refutando el anterior resultado... ¿no? Qué lío.
jueves
Modernidad y mandos a distancia
Después de la campana extractora con mando a distancia, nos enteramos de que ya existen inodoros con ídem, fabricados por una prestigiosa marca española de pétreo nombre.
Se trata de un invento muy práctico. Cuando el aparato detecta tu presencia, levanta la tapa (con lo cual, mejor no demorarse lavándose los dientes en el lavabo de al lado), pero también puedes tener el mando a distancia junto a la puerta de entrada de la calle por si vienes con un apretón y temes que no te dé tiempo a realizar la lenta y compleja operación de levantar la tapa. De este modo, puedes instalar una serie de prácticos mandos en el pasillo de la vivienda:
Televisión
Vídeo
DVD
Cadena de música
Aire acondicionado
Campana
WC
Garaje
Otros
El problema es si, por ejemplo, te levantas a oscuras muerto de calor y en vez de darle al mando del aire conectas la campana, o si accionas el control remoto del inodoro sin saber que ya está ocupado y le atizas con la tapa en sus zonas íntimas a alguien, o si el niño le coge gusto y activa todos a la vez, amén del presupuesto en pilas, la necesidad de instalar un receptáculo especial para mandos a distancia y las horas que necesariamente habrá que invertir en explicar el sistema a los abuelos.
Una buena idea es comprar todo de marcas distintas, para no liarse, o pedir a nuestros mayores que tejan fundas de ganchillo de colorines variados. Podría inventarse también algún lector a distancia que, señalando un mando, fuera capaz de decirnos cuál es.
Sospechamos que nadie se ha parado a resolver estas cuestiones. Y, encima, siguen sin inventar mando a distancia para la escoba. Es injustísimo.
Se trata de un invento muy práctico. Cuando el aparato detecta tu presencia, levanta la tapa (con lo cual, mejor no demorarse lavándose los dientes en el lavabo de al lado), pero también puedes tener el mando a distancia junto a la puerta de entrada de la calle por si vienes con un apretón y temes que no te dé tiempo a realizar la lenta y compleja operación de levantar la tapa. De este modo, puedes instalar una serie de prácticos mandos en el pasillo de la vivienda:
Televisión
Vídeo
DVD
Cadena de música
Aire acondicionado
Campana
WC
Garaje
Otros
El problema es si, por ejemplo, te levantas a oscuras muerto de calor y en vez de darle al mando del aire conectas la campana, o si accionas el control remoto del inodoro sin saber que ya está ocupado y le atizas con la tapa en sus zonas íntimas a alguien, o si el niño le coge gusto y activa todos a la vez, amén del presupuesto en pilas, la necesidad de instalar un receptáculo especial para mandos a distancia y las horas que necesariamente habrá que invertir en explicar el sistema a los abuelos.
Una buena idea es comprar todo de marcas distintas, para no liarse, o pedir a nuestros mayores que tejan fundas de ganchillo de colorines variados. Podría inventarse también algún lector a distancia que, señalando un mando, fuera capaz de decirnos cuál es.
Sospechamos que nadie se ha parado a resolver estas cuestiones. Y, encima, siguen sin inventar mando a distancia para la escoba. Es injustísimo.
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