Después de un cuidadoso estudio, hemos llegado a una conclusión paradójica: si bien la Iglesia pone el grito en el Cielo ante cada cuestión de ciencia base que no entiende o no entra en sus planes, algún día deberían darle un premio por el fomento a la tecnología.
Es contradictorio, pero es así.
La genética, la medicina, la astronomía, la física… cualquier ciencia pisa arenas movedizas en materia religiosa. Pero, en cambio, la gente consume más cachivaches coincidiendo con celebraciones religiosas: Navidad, bodas y comuniones. Qué niño que se precie no se pide la consola, el ordenador, la cámara digital o la tele portátil. Qué pareja no aprovecha la lista de bodas para meter DVD, Home Cinema y videocámara. Si El Corte Inglés hablara y publicara sus estadísticas de listas de bodas y comuniones, más de una empresa debería rascarse los bolsillos en los cepillos, y perdón por la rima. Ya es hora de reconocer las cosas.
La vida es sencilla y el dinero la complica.
lunes
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