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jueves

De comidas y olores

En la Universidad de Oxford, sede del diccionario y las regatas, han hecho un experimento curioso: ver qué sensaciones evocan determinados aromas según el nombre que se les dé.

Me explico.

Se le da a oler a un sujeto una sustancia determinada y se le dice que es queso Cheddar, luego se le da a olfatear lo mismo pero afirmando que se trata de un olor corporal, y se comparan las áreas del cerebro que se activan en un caso y en otro. Como adivinarán, el individuo es influenciable e identifica como mucho más placentero el primero que el segundo.

Claro que si el experimento se hubiera realizado en suelo patrio con un Cabrales, que es lo suyo, seguramente las diferencias no serían tan espectaculares.

Hablando de olores, se podría hacer un ranking de cosas que se comen y que huelen mal (lo que no quita para que luego sepan estupendamente). Por ejemplo:

1. Las gallinejas y entresijos.
2. Las sardinas a la plancha.
3. Los quesos azules o verdes.
4. El cocido en proceso de elaboración.
5. El ajo y la cebolla.
6. Los encurtidos.

Así podríamos lograr titulares tan atractivos en los periódicos veraniegos como “Al 64% de los españoles le molesta el olor a fritanga”... un suponer. Se podría incluso ampliar el universo de la encuesta a toda la UE. Neurólogos y psicoanalistas aventurarían conjeturas sobre por qué a unos les repugna más un olor que otro y harían trascendentales valoraciones por países.

En fin, como las encuestas son caras, ¿algún lector se anima a enviar un post con su ranking de odios?

1 comentario:

NA+RA dijo...

¿Y una buena morcilla fritita?